NORMALIZACIÓN LINGÜÍSTICA.
En Euskadi, dícese del proceso fomentado por las más altas instancias gubernamentales para que los anormales castellanohablantes hagamos el favor de convertirnos en monolingües en euskera. O algo así. Su objetivo final es lograr perfilar la nación cultural vasca, para luego constituirnos más facilonamente en estado independiente. Tanto el euskera como los ciudadanos nos convertimos, durante el proceso de cocción, en meros medios para lograr tal fin. La diversidad lingüística les importa un bledo a muchos de sus ideólogos, por eso inventaron el batúa (y conste en acta que soy favorable al batúa pues, como proyecto de lengua común de los euskaldunes, sirvió para derribar fronteras lingüísticas – qué cosas).
NORMALIZACIÓN POLÍTICA.
En Euskadi, proceso a través del cual todos los ciudadanos habremos asumido el ideario nacionalista. Como corolario final, todos seremos nacionalistas y defenderemos sus tesis y principios, independientemente del sentido que tengan en este mundo globalizado. Una vez lograda tamaña gesta, seremos normales y, lo que es más importante, dormiremos más tranquilos.
(continuaré)