Tras los muy malos resultados del 26J, planteé y pedí permiso al Consejo de Dirección de UPYD para iniciar una ronda de contactos informales con otros partidos políticos y con personas relevantes de la sociedad vasca y española con un doble objetivo: por un lado, preparar las elecciones vascas y, por otro lado, explorar la posibilidad de colaborar de un modo u otro con otros partidos políticos (minoritarios) o colectivos más o menos afines en un futuro más o menos cercano y de la forma que UPYD libremente decida.
El CD dio el visto bueno a mi idea y es por ello que durante el mes de julio y con el conocimiento de todos los miembros del CD me dediqué a esos menesteres: hablar, conversar y dialogar con formaciones y personas cercanas a UPYD pero que no son de UPYD… al objeto de escuchar opiniones diferentes, intercambiar pareceres y reflexionar conjuntamente sobre la realidad política española. La costumbre de hablar con personas que te puedan llevar la contraria y escuchar atentamente las reflexiones de otros que pueden tener más experiencia que uno en determinadas cuestiones y que realizan análisis distintos es muy saludable: lo recomiendo vivamente como antídoto contra el sectarismo y el fanatismo. No sólo UPYD quiere lo mejor para España ni sólo los militantes de UPYD queremos lo mejor para nuestra sociedad y para nuestros hijos: existen miles, millones de ciudadanos con los que compartimos objetivos semejantes, algunos de los cuales militan en otros partidos (minoritarios y extraparlamentarios, muy a menudo) y muchísimos otros no militan en ninguno. Nuestro objetivo debe ser ensanchar nuestra base y fortalecer nuestros lazos con esa amplísima mayoría social: la política debe servir para ganar afinidades y simpatías (entre el común de los ciudadanos, no entre los corruptos, se entiende), no para provocar rechazo. Ese deberá ser el camino para UPYD o no habrá ninguno. Y espacio político hay de sobra; basta con notar los codazos de otros que quieren ocuparlo.
De todas las reuniones di cuenta a los miembros del CD de UPYD. Y, sí, de entre todas las reuniones, y tal y como se recoge en mi agenda (más pública de lo que yo mismo pensaba), el 11 de julio tuve una cita en San Sebastián: «Comida con FS y AR»: esto es, con Fernando Savater y Antonio Robles, histórico militante antinacionalista en Cataluña. Supongo que podría haberme reunido con otros AR más o menos conocidos que con el AR con el que me reuní… pero no: sólo me reuní con el AR del que días después recibí un regalo que en breve comenzaré a leer: «1979/2006, Historia de la Resistencia al Nacionalismo en Cataluña» (con otro AR no hablo desde que hace 4 años me llamara para decirme que su partido pediría el voto para UPYD en las elecciones vascas de 2012 – aparte de en la reciente inauguración de Ten, hola y adiós). Además, supongo que podría haberme reunido con otros partidos políticos además de con los partidos políticos con los que me reuní (todos extraparlamentarios y muchos de ellos muy interesantes) pero no: me reuní con esos partidos y con ninguno otro. Y en el futuro espero que se produzcan nuevas y enriquecedoras reuniones. Sí es cierto que en febrero de este mismo año recibí una llamada proponiéndome una cita con un objetivo concreto… pero entonces mi respuesta fue clara: «No acudiré, soy de UPYD, soy el portavoz de UPYD». En fin, ya me entendéis. Y aquí sigo como desde el 29 de setiembre de 2007, a las duras y a las maduras, con mis errores y aciertos y rodeado de gente estupenda.
En fin, estas son las cosas normales que llevamos haciendo los incansables miembros del CD y tantos otros afiliados más o menos anónimos: todas ellas por el bien de UPYD y de España. Por lo demás, cuando me preguntan, respondo. Y sí, sigo creyendo que en general en España pero especialmente en el País Vasco sigue siendo necesaria una alternativa progresista, laica, regeneradora, reformista y constitucionalista que se enfrente sin miedo y con argumentos a los corruptos, a los recortadores sociales, a los populistas y a los secesionistas que quieren romper España. Una alternativa política que proponga más igualdad y más bienestar para todos. Y que cuantos más seamos para lograr esos objetivos, pues obviamente mucho mejor.