Consecuencia de las nefastas políticas impulsadas por PP y PSOE durante años, apoyadas siempre por los nacionalistas que querían y quieren romper España, la desigualdad ha ido creciendo en nuestro país: hoy los ricos son más ricos y los pobres son más pobres, impera la precariedad laboral entre nuestros pocos jóvenes que logran tener un puesto de trabajo, las mujeres siguen discriminadas y cobran menos que los hombres realizando la misma tarea, la Justicia no es igual para todos, los españoles recibimos distintas prestaciones educativas y sanitarias en función de la Comunidad Autónoma donde vivimos, los grados y carreras universitarias cuestan distinto, el valor de nuestro voto varía según donde lo emitamos, las diferencias entre las distintas rentas de inserción son enormes de unas comunidades a otras, no todos los españoles podemos estudiar en castellano, vascos y navarros no aportan a la solidaridad interterritorial por los privilegios fiscales que sólo UPYD cuestiona… es decir, y los ejemplos son infinitos, en España prima la desigualdad entre conciudadanos y entre territorios. Todo ello podemos agradecérselo al PP y al PSOE, a su falta de visión de Estado, a sus sucursales regionales convertidas en nacionalistas, regionalistas o localistas, a sus permanentes cesiones a los chantajes nacionalistas, a que antepongan sus intereses partidarios o incluso personales a los intereses de los españoles, a su negativa a impulsar las reformas que España necesita, a su desprecio a los españoles… a su mala y vieja política.
Todas las medidas programáticas de UPYD se han dirigido y se dirigen a procurar más igualdad y más bienestar para todos: de ahí que queramos enfrentar el enorme problema del paro y la precariedad laboral, el fraude fiscal (60.000 millones de euros anuales), la reforma de la ley electoral, que Educación y Sanidad sean competencias del Estado, acabar con la el derroche de dinero público, la mala gestión y la corrupción institucionalizada (48.000 millones), despolitizar la Justicia, suprimir los aforamientos, garantizar los mismos servicios públicos y misma financiación en cualquier parte del país, reformar el Estado Autonómico, suprimir diputaciones y agrupar municipios, igualar derechos, garantizar que pueda estudiarse en castellano «incluso» en Cataluña, luchar contra todas las injusticias… mejorar la vida de la gente y ponernos a su servicio.
Los problemas de España no se resuelven con el populismo chavista cuya pretensión es alcanzar el poder a cualquier precio… ni con humo, cosmética o demagogia. Los problemas de España no se resuelven con propaganda barata. Ni uno es mejor político porque decida ponerse una camiseta de la selección española o redondee una buena entrevista en una entrevista emitida en horario de máxima audiencia. Los problemas de España no se resuelven con verborrea, promesas que después se incumplen, golpes de efecto mediáticos o jugando al billar delante de todos los españoles. Se resuelven con honestidad y coherencia, con trabajo y propuestas e impulsando de verdad las medidas modernizadoras que España necesita. Con propuestas políticas que se pongan en marcha frente a quienes pretenden salvaguardar sus propios intereses frente a los de la mayoría. Si nos enfrentamos a los partidos viejos para defender a España, haremos lo mismo para desenmascarar a falsos regeneradores y vendedores de humo. Todos los partidos políticos pueden disponer de propuestas dignas de tener en cuenta… pero nos negamos a dar por bueno que se nos ofrezca un cambio a peor o que se pretenda hacernos creer que cambia algo sin que realmente cambie nada.
Ésta es la manera como entiende UPYD la acción política. Defendemos de verdad más igualdad y más bienestar para todos. Con hechos, no con palabras. Trabajando de verdad en beneficio de todos los españoles: ésta es la única forma de mejorar España.