El Grupo Popular nos propone que este jueves instemos al Gobierno Vasco a que la transferencia de políticas activas de empleo se haga efectiva antes del 1 de enero de 2011, sin romper la caja única de la Seguridad Social y sin perjudicar los recursos de la Administración Institucional Vasca. Es decir, sin romper la caja única de la Seguridad Social… y en unos términos que a los vascos nos suponga recibir tanto dinero como realmente nos corresponda… o más. Nosotros, como somos un partido progresista que defiende la igualdad y se posiciona en contra de los privilegios, proponemos que esta transferencia no rompa la caja única de la Seguridad Social… y se haga de tal modo que no suponga una desigualdad flagrante entre ciudadanos. Es decir, de modo que recibamos ni más ni menos que lo que nos corresponde. Y, como perfectamente sabemos, para que se realice de esta manera, para que se realice de manera igualitaria, para que recibamos justamente lo que nos corresponde, esta transferencia debe realizarse sin aplicar el método del Concierto Económico. Dicho de otro modo: no deben aplicarse criterios territoriales… sino personales.
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De este modo, recibiríamos los fondos para realizar políticas activas de empleo en función de los parados que haya en Euskadi. Y recibiríamos la cuantía exacta de las bonificaciones que apliquemos. Es decir, no el 6,24% del presupuesto para políticas activas aunque sólo tengamos el 3,10% de los parados, sino el 3,10% del presupuesto, en ese caso. Y no el 6,24% de las bonificaciones… sino exactamente la cuantía total real de las bonificaciones. Bastante lógico, aunque seamos los únicos que lo defendamos (1 frente a 74 en el Parlamento Vasco, nuevamente). Porque no queremos un sistema de riesgos, como dicen ahora socialistas y populares que es el Concierto Económico (¿cuándo demonios hemos perdido los vascos con este invento?), sino un sistema justo. No queremos un sistema basado en derechos históricos, sino un sistema que garantice la igualdad entre ciudadanos de un mismo Estado. No queremos ni fuero ni huevo, sino poder conformar un sistema que tenga como objetivo supremo la garantía de la igualdad y la solidaridad entre ciudadanos de un mismo Estado.
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Aplicar el sistema del Concierto Económico a esta cuestión es un escándalo. Y convertir esta transferencia en un mercado persa o una subasta, como se ha hecho, es un ejercicio vergonzoso de mercadeo político en el que UPyD no va a entrar. Y que vamos a denunciar (1 frente a 74 en el Parlamento Vasco, 1 frente a 349 en el Congreso de los Diputados). Porque la política debe basarse en algo más que en tratar de sablear lo máximo posible al poder central (¡a los restantes ciudadanos!).
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Tal como se ha acordado, esta transferencia no es otra cosa que una apropiación indebida, una burda manera de conseguir dinero de los restantes ciudadanos españoles. Que esto lo planteen los nacionalistas vascos es obvio y un escándalo. Que lo planteen quienes dicen no serlo (populares y socialistas vascos), un escándalo… aún mayor.
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Nos parece además impresentable presentar el Cupo como una especie de sorteo, en el que a veces se pierde y a veces se gana, pero peor es presentarlo como lo hace el PP, al decir: si el resultado del Cupo es beneficioso para el País Vasco, bienvenida sea la dádiva, y si el Cupo no alcanza… hay que pedir más. A uno se le antoja que recibir y no aportar no puede ser el máximo de la bondad, tal como ha escrito recientemente Joseba Arregi. Las políticas públicas deben tener otras aspiraciones y moverse con otros objetivos.
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Lamentablemente, la decisión está tomada, y la transferencia de las políticas activas ha acabado siendo un fraude al sistema, una apropiación indebida y un mercadeo político.