La indispensable reforma de la Constitución Española

España necesita una reforma de la Constitución Española y la necesita por varios motivos: para resolver el modelo territorial del Estado, para mejorar la separación de poderes y para asegurar el derecho a la participación política, la igualdad jurídica y de oportunidades y las libertades personales. Desde que en 2007 reclamamos que Sanidad y Educación pasaran a ser competencias estatales, llevamos de hecho desde UPyD pidiendo una reforma de la CE. Sin duda, éste de la reforma de la CE va a ser el asunto político fundamental de los próximos meses. Hay, por tanto, que reformarla y hay que hacerlo ya, y no para blindar privilegios económicos o crear nuevos sistemas fiscales excepcionales sino para garantizar más igualdad y más bienestar para todos los ciudadanos. No para acomodar a quienes quieren romper España sino para modernizarnos internamente y mejorar nuestra muy mejorable democracia.

Hay que redimensionar el mastodóntico Estado de las Autonomías para quitarle grasa y reducir duplicidades e ineficiencias. Hay que aligerar nuestras instituciones y suprimir aquellas que son innecesarias. Es imprescindible una reforma de la Constitución Española para clarificar y cerrar la distribución de competencias entre las distintas instituciones del Estado y para ir hacia un Estado Federal simétrico y solidario conformado por CCAA todas ellas con las mismas competencias. Una reforma del modelo de Estado produciría un gran ahorro para las arcas públicas, lo que facilitaría dedicar el dinero público a lo importante: al fortalecimiento del Estado del Bienestar y a la resolución de los problemas reales de la gente. Un diseño territorial de tipo federal, descentralizado de manera racional, con las competencias adjudicadas a cada uno de los tres niveles (Estado, CCAA y ayuntamientos), dotado de mecanismos de cooperación y de lealtad institucional y gestionado con criterios de eficiencia, permitiría, además del ahorro mencionado, más eficacia, más control y más justicia. Un nuevo modelo de Estado sostenible como el defendido por UPyD implicaría mejores servicios públicos, más igualdad y más bienestar social.

Debemos reformar la Constitución Española para ir hacia un Estado Federal Simétrico y Solidario, devolver al Estado de las competencias de Sanidad y Educación, suprimir las Diputaciones Provinciales y las Diputaciones Forales, fusionar municipios, suprimir la Disposición Adicional Primera que consagra los derechos históricos de los territorios forales, suprimir los regímenes fiscales excepcionales (Concierto Económico vasco y Convenio navarro), suprimir la Disposición Transitoria Cuarta que afecta a Navarra y reformar el Senado para convertirlo en una verdadera cámara de representación territorial o, en caso de que no fuera posible, directamente suprimirlo. Además, hay que modificar el artículo 2 para que donde dice «nacionalidades y regiones» diga «comunidades y ciudades autónomas». Hay que hacer lo que llevamos años reclamando.

Además, hay que reformar la CE para impedir los ataques a la igualdad y libertad de los ciudadanos con pretextos lingüísticos y también para evitar de manera expresa cualquier posible discriminación de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales. Y para señalar expresamente en la CE que «España es un Estado laico». En relación con la Corona, se deberá suprimir la discriminación por razón de sexo del artículo 57.1.

Los problemas que detectamos en 2007 siguen ahí y, de hecho, algunos se han agravado. Quedan tantas cosas justas por las que luchar, que hay que seguir ineludiblemente dando la batalla política. De hecho, en mi opinión, esa batalla no ha hecho más que empezar.

Hay que modificar todas las leyes electorales injustas para lograr que el voto de cada ciudadano valga lo mismo independiente del lugar donde se resida y para incluir, al menos, las siguientes medidas: circunscripción electoral única, listas abiertas, limitación de mandatos y endurecimiento de determinadas incompatibilidades, de modo que, por ejemplo, un alcalde o un concejal no puedan ser a la vez diputado autonómico o nacional.

Además, hay que lograr que en España la Justicia sea independiente y deje de estar, como hoy está, colonizada por los partidos políticos, los cuales la mantienen ocupada para utilizarla a su servicio. Hay que despolitizar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC) y suprimir los aforamientos. Estas medidas nos permitirían tener una Justicia más eficaz y más justa. Es seguro que, como hasta ahora, los partidos del régimen defiendan que todo siga igual. Tenemos que ser lo suficientemente inteligentes y hábiles para ganar esa batalla. Es por la gente por la que estamos en este proyecto.

Todas estas medidas tienen algo en común: todas ellas han sido ya defendidas por UPyD durante todos estos años en todos los lugares donde tenemos o hemos tenido representación institucional (y nunca nos sacaron a hombros por defenderlas, lo sabéis muy bien). Sin embargo, estos asuntos siguen siendo asuntos esenciales para mejorar la vida de la gente. El objetivo de UPyD es mejorar la vida de la gente. Por tanto, estos asuntos siguen siendo prioritarios para UPyD.