PNV y PSE están a punto de cerrar su pacto político que no será un pacto de legislatura y mucho menos una coalición de gobierno. Sí que será un pacto político que facilitará al gobierno jeltzale la aprobación de los presupuestos de 2014 y, seguramente, de los siguientes. Han llegado al escenario que ambos partidos deseaban, tras meses durante los cuales el PSE no se propuso otra cosa que demostrar al PNV el daño que podía hacerle… mientras el PNV tomaba posiciones y observaba la realidad política circundante con su habitual prepotencia. El PSE sabía que el PP estaba dispuesto a aprobar los presupuestos al PNV sin exigir nada a cambio… y sabía por ello que el escaño de UPyD sería clave para decidir la suerte del primer gran reto político del partido de Andoni Ortuzar. Sabía también el PSE que la actitud de UPyD sería muy distinta a la del PP: pediaríamos medidas concretas y no renunciaríamos a nuestros principios fundamentales. Y dados nuestros principios y nuestra coherencia, el PSE tenía bastante claro que no habría presupuestos para este año. 

Logrado el desgaste del Gobierno Vasco deseado por los socialistas y después de haberse puesto en valor, el PNV y el PSE cierran a estas horas su acuerdo político. Más allá de quienes firman los acuerdos, a nosotros siempre nos han interesado los contenidos de esos acuerdos. Y nosotros tenemos claro qué es lo que Euskadi necesita para crear empleo estable y de calidad, modernizarse internamente y salir de la crisis. Es ciertamente curioso, pero están en el día a día del debate político vasco los asuntos que UPyD lleva defendiendo desde 2009, casi siempre en solitario y siempre siendo los más insistentes y más claros:

– Necesitamos una reforma fiscal que promueva una distribución de las cargas más justa y que confiera al Gobierno Vasco más recursos públicos para destinarlos a salvaguar el Estado del Bienestar e impulsar la actividad económica. Sería un disparate, en todo caso, que el PNV y el PSE pactaran una subida generalizada de los impuestos sin antes llevar a cabo las reformas que Euskadi necesita y que a continuación expongo. Es decir, y por expresarlo de manera sencilla y entendible: sería un absurdo que el PNV y el PSE pactaran una subida generalizada de los impuestos… para financiar los chiringuitos del PNV o para mantener una estructura institucional disparatada y absurda.

– Necesitamos un Plan Conjunto de Lucha contra el Fraude Fiscal para reducir los escandalosos niveles de fraude a día de hoy existentes. Las Diputaciones Forales y los partidos recalcitrantemente foralistas se han venido negando durante años a hacer posible esta reivindicación más que razonada y razonable: han antepuesto siempre sus intereses partidarios y las sacrosantas Diputaciones Forales a los intereses de los ciudadanos.

– Necesitamos modernizarnos internamente: y esto pasa por una reforma profunda del entramado institucional vasco que debería implicar una reforma de la propia Constitución Española, del Estatuto de Gernika y de la intocable Ley de Territorios Históricos. Debemos alcanzar una distribución de competencias más sensata y acabar con las duplicidades y los inmensos gastos supérfluos del actual sistema. Sobran las Juntas Generales de los Territorios Históricos y sobran las Diputaciones Forales. Habría que impulsar la fusión de los municipios más pequeños para lograr entes realmente capaces de prestar los mejores servicios públicos a los ciudadanos. Necesitamos una Ley Municipal que clarifique las competencias municipales, otorgue a los municipios autonomía financiera y les sitúe en el lugar que les corresponde. Es un sinsentido que una comunidad autónoma como Euskadi de apenas dos millones de habitantes tenga cuatro parlamentos, tres políticas fiscales, 251 municipios y centenares de entes y organismos públicos.

– Necesitamos reducir drásticamente la pléyade de organismos públicos creados durante años por el PNV y mantenidos durante la pasada legislatura por PSE y PP. Muchos de estos entes no han servido ni sirven más que para dar cobijo a los partidarios de unos y de otros, una especie de gigantesca agencia de colocación para los excedentes políticos, por donde se nos han ido y se nos siguen yendo inmensas cantidades de dinero público.

– Necesitamos destinar los recursos públicos a lo realmente importante: en lugar de destinarlos a mantener organismos inútiles o una estructura institucional elefantiásica y absurda, deberíamos dedicarlos a mantener el Estado del Bienestar, rescatar a los ciudadanos de la crisis, a la Sanidad, a la Educación y al gasto social, a la economía productiva y a impulsar la economía y crear empleo estable y de calidad. Debemos olvidarnos definitivamente de obras propagandísticas o faraónicas y centrarnos en los problemas reales de los ciudadanos.

Estos siguen siendo los grandes retos de los ciudadanos vascos. El pacto PNV-PSE pretende preferentemente salvaguardar sus intereses partidarios y evitar que nada importante cambie. A pesar de que algunos de los temas arriba señalados ellos los citan en su pacto, descartamos que vayan a ir tan lejos como nosotros pretendemos. Sospechamos que el entramado institucional vasco se mantendrá básicamente como está (la Ponencia parlamentaria que supuestamente lo estudia lleva meses sin reunirse) y que la administración paralela creada por el PNV apenas se tocará. Desde luego, no van a cuestionar que la fiscalidad siga fragmentada y en manos de las Juntas Generales de los Territorios Históricos. Por lo que los grandes males que padecemos se mantendrán. Como en otras ocasiones hemos dicho, no necesitamos maquillajes ni reformas cosméticas para evitar que cambie lo que debe radicalmente cambiarse sino una modernización profunda y radical del sistema institucional del País Vasco y de sus estructuras más arcaicas y obsoletas. Para garantizar más igualad y más bienestar para los ciudadanos vascos. Para esto necesita un pacto Euskadi: no para evitar que nada importante cambie, sino para impulsar los grandes cambios que Euskadi necesita.