A la vista de los resultados electorales del 26J y tres días después de haberlos reflexionado, concluyo que no habrá terceras elecciones y que más pronto que tarde se conformará un gobierno en España. Creo que esto es algo que todos los partidos políticos dan por hecho… más allá de que todos ellos y especialmente el PSOE y Ciudadanos estén lanzando mensajes (en ocasiones además absolutamente contradictorios) que pudieran hacernos pensar lo contrario. Lo que yo les pido ahora a todos ellos, además de dejar de marear la perdiz, es aquello que nosotros prometimos que haríamos si obteníamos representación parlamentaria: dialogar mañana, tarde y noche y acordar la conformación de un gobierno digno y estable que impulse las reformas que España necesita y los españoles disfrutaríamos, incluidas las reformas constitucionales que desde UPYD llevamos años reclamando con hechos concretos y propuestas planteadas en las instituciones, especialmente en el Congreso de los Diputados. Esas que llevamos en nuestro programa político pero especialmente en nuestra hoja de servicios: la reforma de la ley electoral que incluya que los votos valgan igual independientemente del lugar donde se emitan, primarias, listas abiertas, limitación de mandatos y que concejales o alcaldes no puedan ser además diputados autonómicos o nacionales; la despolitización de la Justicia, hoy colonizada por los partidos políticos; que Educación y Sanidad sean competencia del Estado para mejorar el bienestar de todos y blindar la igualdad entre españoles; el fortalecimiento del Estado del Bienestar hoy mermado tras duros años de injustos recortes sociales; la reducción del inmenso gasto político que seguimos padeciendo en España; medidas para hacer crecer nuestra economía y poder crear empleo digno, estable y de calidad; medidas contundentes contra la corrupción política; y la unidad de España frente a la amenaza del nacionalismo que pretende fraccionar la ciudadanía, entre otras bastantes.

A esto deberían dedicarse los partidos políticos, en lugar de a repetir el circo mediático protagonizado durante 6 meses de campaña electoral subvencionada con dinero público, a mayor gloria de sus propios intereses partidistas… aunque quizás duden y vuelvan a tomarnos el pelo, a la vista de que el electorado les ha perdonado el desprecio que le han mostrado durante todo este tiempo. O quizás sea que los españoles, por las causas que sean, no han visto otra opción que elegir entre lo malo y lo peor: ayer mismo un amigo me decía que prefiere que le gobiernen quienes le han robado a que le desgobiernen. Si la oferta televisiva se limita a unos y a otros, es complicado regenerar nada… aunque no duden de que, en nuestro caso, seguiremos insistiendo. Dicho esto, insisto en que es hora de diálogo sincero y honesto, en defensa de España y de los españoles. Es difícil ser optimista en estas circunstancias recordando los antecedentes de años, pero exigir sentido común a nuestros representantes aunque no los hayamos votado, es tarea indispensable ahora que prima el insulto o el cinismo, por mucho que nos parezca baldía.

Respecto a UPYD, no hemos logrado el objetivo que pretendíamos: volver al Congreso de los Diputados para seguir defendiendo desde dentro a España y a los españoles. Como expresé en la misma noche electoral, no hemos podido superar los obstáculos a los cuales nos enfrentábamos: desde luego, no son excusas y estoy dispuesto a hacer toda la autocrítica que sea necesaria. Lo que ocurre es que nos ha faltado tiempo a un Consejo de Dirección elegido hace menos de tres meses. Durante todo este tiempo, hemos realizado un gran trabajo tanto interno como externo del que nos sentimos muy orgullosos: hemos renovado internamente el partido, recogido los avales necesarios para presentarnos a las elecciones generales en la práctica totalidad de las circunscripciones, elaborado las listas electorales, unido e ilusionado a la afiliación y puesto las bases para el fortalecimiento del partido. Ni siquiera una gran campaña o la inclusión en la lista por Madrid de Maite Pagazaurtundua y Fernando Savater ha servido para superar los obstáculos a los que nos hemos enfrentado. Todos estos obstáculos los habríamos podido superar con más tiempo… y, en todo caso, los superamos en el futuro. Que los cuatro fantásticos que tan duramente han sido criticados por todos los medios de comunicación hayan copado (y hasta colapsado) todos los medios de comunicación y especialmente las televisiones durante todas las horas del día ha taponado casi cualquier debate donde les podríamos haber recordado sus errores y sus mentiras. Pero no quiero que suene nada a ninguna excusa y además ya sabíamos que esta batalla no iba a ser fácil.

Debemos mantener la renovación interna y un discurso abierto al diálogo y al acuerdo; nos haremos un hueco en los diferentes medios de comunicación y especialmente en las televisiones; renovaremos la marca; renovaremos nuestras estructuras internas; daremos paso a jóvenes talentosos de los que disponemos en todas partes de España; seguiremos unidos; y mantendremos nuestra esencia política y nuestro programa, nuestra honestidad y nuestra coherencia. Seguiremos siendo flexibles en lo accesorio pero firmes en lo esencial. No será fácil pero nadie nos dijo que lo fuera y entre todos vamos a hacerlo. Ahora toca seguir trabajando por España y por los españoles. No habrá terceras elecciones y los problemas siguen ahí fuera: nos comprometemos a seguir peleando para resolverlos.